Una de las cosas que recuerdo de mi infancia es ir al pueblo en verano, subir al monte con mis hermanos y primos a coger moras y que nuestra abuela nos hiciera unos batidos a su manera, que nos ponía en unos vasos altos de plástico de colores.
Ella no tenía una batidora de vaso como está que te voy a enseñar, pero entre esos refrescos y sus panes dulces, a nosotros nos daba igual.
Ahora puedo recordarla en casi cualquier cosa que hago en la cocina, un tarro de Nocilla se convierte en una imagen suya poniéndola en una gran rebanada de pan, un pote asturiano y ella aparece para ponerle una yema de huevo, un trozo de queso y la veo colgando sus pequeños tiestos con queso afuega'l pitu casero encima del fregadero...
No hay comentarios:
Publicar un comentario